Míticas Clásica
La Arrabalera
Así es como aquella niñita hambrienta, la del conventillo, con un creativo resentimiento urdió una venganza de clase incomodando a las damas gentiles y burlándose con una ironía feroz de la “tilinguería” para terminar erigiéndose en la “Morocha Argentina”, artista emblemática del espectáculo nacional. De este modo se reivindicó a sí misma y, con ella, a aquellas mujeres, las de la orilla, las arrabaleras, que son tango y Buenos Aires.